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Una experiencia reciente me hizo dar cuenta que el Maestro crea oportunidades para nosotros si verdaderamente tenemos corazones puros para salvar a los seres concientes. Un día una ex compañera mía a quién no había visto en mucho tiempo llamó y quería verme. Pensé que esta sería una excelente oportunidad para clarificarle la verdad. En mi camino para encontrármela fui enviando pensamientos rectos.
Tan pronto como la vi, empezó a contarme el éxito que estaba teniendo con las ventas directas. Viendo que yo no me conmovía por el gran éxito de las ventas directas, empezó a hablar sobre como la gente rica disfruta su estatus social y vive su vida feliz, intentando persuadirme para que me uniera con ella. Intenté varias veces desviar la conversación, pero simplemente no podía hacer que pare de hablar. Yo estaba un poco frustrada. Pensé que no tenía mucho tiempo para escucharla, así que la interrumpí y le dije: “Definitivamente no puedo hacer ventas directas. Tengo otros planes.”
Justo cuando estaba intentando ver como desviar la charla para el tópico de renunciar al Partido Comunista, ella dijo alegremente: “Esto es por tu propio bien. ¡Te estoy salvando!” Rápidamente me di cuenta de que era el Maestro que me estaba dando una oportunidad. Inmediatamente le dije: “Hablando de salvar, pensé en algo que quiero decirte. Quieres salvarme y también quiero salvarte.”
Entonces empecé a clarificarle la verdad. Al final, alegremente renunció al Partido Comunista y también entendió la verdad de Dafa.
De este encuentro también me di cuenta de que no podemos depender o esperar a otros para salvar seres concientes. Es nuestra responsabilidad y no podemos permitirnos perder ninguna oportunidad de salvar gente.
Una vez fui a la casa de un cliente. Ella estaba sola en casa. Mientras estábamos conversando, le dije sobre los Nueve Comentarios del Partido Comunista. Ella estuvo de acuerdo en renunciar al perverso partido. Antes de que me fuera, le di materiales para clarificar la verdad para que leyera. Le dije: “¿Podría hablar con su hija y esposo y pedirles que renuncien al partido comunista?”
Varios días después fui a su casa de nuevo para hacer unos negocios. Resultó ser que su hija y esposo estaban en la sala de estar. Le pregunté a mi cliente si le había dicho a su hija que renunciara al partido comunista, y me contestó que no había tenido la oportunidad. Así que me ofrecí a hablar con ella sobre el tema, pero ella me dijo que no era necesario y que le diría luego. Entonces me fui.
En mi camino a casa me sentí muy enojada. Su hija no la visitaba muy a menudo y yo no tenía la oportunidad de ver a su hija ni siquiera una vez al año. Aparte, su colega también estaba allí. ¿Cómo pude perderme esta oportunidad? Dependí de mi cliente para salvar a otra persona. Miré hacia dentro de mí y encontré que tenía miedo de que su hija y la colega no entendieran. El Maestro dijo en “Enseñando el Fa en el Fahui Internacional de Manhattan 2005”
Luego encontré una oportunidad par ir a la casa de mi cliente de nuevo para hablar con su hija, y ella felizmente aceptó renunciar al partido comunista chino. Tanto mi cliente como su hija también dijeron que le dirían a sus esposos que renunciaran al Partido. En el camino a casa, me sentí muy feliz.
Versión en chino disponible en :
http://minghui.ca/mh/articles/2005/6/26/104885.html
Versión en inglés disponible en :
http://www.clearwisdom.net/emh/articles/2005/7/12/62793p.html
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