Bildzeitung, 1 de octubre de 2007
A un ingeniero civil de unos 30 años de edad llamado Zhen Wang, natural de Bielefeld le han quedado secuelas a causa de la tortura sufrida en China y los médicos le tuvieron que colocar implantes en las caderas.
“Los cirujanos del Hospital St Vincenz de Brakel colocaron dos implantes en sus caderas, espero que pueda caminar de nuevo”, comentaba su esposa Anke Wang de 30 años de edad. Los detenidos admitieron que había sido terriblemente maltratados en abril de 2003 por el deterioro tan grande que mostraban después de la tortura.
Un método salvaje de tortura: las piernas de las víctimas están sometidas a extrema presión en una posición descuartizada hasta que la presión desgarra la pelvis |
“Me abrieron las piernas hasta el punto de romperme la pelvis”, manifestaba Zhen Wang. Y continuó explicando: "Los guardias apartaron deliberadamente la vista para no ver mi estado y después de la tortura no recibí atención médica”. Zhen Wang fue encarcelado porque es un fiel cultivador de la práctica Falun Gong, prohibida en China desde 1999 y por el que sus miembros son perseguidos.
Wang explicaba: "He sido detenido en mi lugar de trabajo, encarcelado durante tres años y torturado sin ser acusado de ningún crimen”. Después de ser liberado, pudo huir a Alemania y una vez allí, hacía la siguiente declaración: "Estas confesiones impresionan mucho a la gente y pone de manifiesto cómo los funcionarios chinos violan los derechos humanos".
Versión en alemán disponible en: http://de.clearharmony.net/articles/200710/39817.html
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