Una colección de pinturas que retrata la cruel persecución del Partido Comunista Chino al grupo espiritual Falun Gong se presentó en México este mes.
La muestra ilustra mediante la pintura y la expresión artística uno de los peores genocidios contemporáneos de la historia reciente. Las imágenes demuestran el horror de una persecución brutal, así como también los esfuerzos que se hacen alrededor del mundo para exponer esta realidad.
Muchos cuadros retratan momentos de la disciplina Falun Gong antes de que fuera proscrita por el régimen chino en 1999. Las pinturas son también una línea temporal de los sucesos transcurridos en los 10 años de crímenes de lesa humanidad contra el pueblo chino.
La muestra tuvo lugar en las instalaciones de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, en la ciudad de México y contó con la presentación del Sr. Gerardo de la Concha, escritor y defensor de los derechos humanos para los practicantes de la disciplina oriental.
El Sr. de la Concha se refirió sobre la muestra:
"Hoy veremos aquí una parte de esta obra, pero representativa para juzgar la alta calidad artística de estos pintores y, sobre todo, la manera como el arte se opone al mal, sustenta una protesta sensible y justificada y, además, nos brinda esperanza".
"Cuando veía estas pinturas recordé a los pintores flamencos del siglo XVI, ellos pintaron monstruosidades y, en forma simultánea, plasmaron la belleza del espíritu, y lo hicieron en medio de la peste y de la guerra".
"Así, frente a la Persecución, estos artistas chinos han realizado sus pinturas, las cuales tienen en momentos la delicadeza de su cultura tradicional y la fuerza del dolor y la denuncia".
"En muchas de las escenas de estas pinturas se habla de tiranía y, en contraste, también de sueños, de creencias, de mística; hay policías y torturas, pero también ángeles y la imaginación de un cielo; son los seres humanos enfrentando la deshumanización".
"Esta es otra China, no la del poder, la soberbia y el éxito económico, ni la de las mentiras y la crueldad contra el ser humano o los animales; es una China sencilla, noble, la cual en una primera impresión parece demasiado vulnerable, aunque luego se advierte su potencia: es el ser humano resistiendo y venciendo al mal; y el arte lo representa, como siempre, prodigiosamente".
Anteriormente, la muestra se presentó en grandes ciudades como Ontario, Nueva York, Chicago, Madrid, Moscú, París, Berlín, Tel Aviv y Sidney. Próximamente se espera que llegue también a Buenos Aires.
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