Durante la época de los Estados Guerreros (403 – 221 A.C.), se acostumbraba intercambiar los príncipes de los reinos y mantenerlos como rehenes para asegurarse que cada estado honrase los acuerdos bilaterales. Este extracto de los "Anales de los Estados Guerreros" es una historia sobre estos rehenes: "La historia del Estado de Wei".
Pan Cong era un alto funcionario de la corte real del Estado de Wei. Un día, le pidieron que escolte al príncipe de la corona del Estado de Wei, quien sería rehén del Estado de Zhao. Antes de irse al Estado de Zhao, Pan Cong preguntó al Rey del Estado de Wei, “si una persona le dice que hay un tigre en la ciudad, ¿creería usted sus palabras?” El Rey del Estado de Wei respondió: "Yo no creería tales palabras". Pan Cong preguntó luego "y si una segunda persona viniera a decirle que hay un tigre en la ciudad, ¿lo creería entonces usted?" El Rey del Estado de Wei respondió: "Yo empezaría a creer que podría ser verdad". Pan Cong preguntó luego: "ahora una tercera persona viene a decirle que ha visto un tigre en la ciudad, ¿qué diría usted?" El Rey respondió: "entonces ello ha de ser cierto".
Ante esa respuesta Pan Cong dijo: "En realidad, un tigre nunca podría encontrarse en la ciudad, pero tres personas pueden transformar el rumor que hay un tigre en la ciudad, en una verdad cierta y aceptada. La capital del Estado de Zhao, Handan, está más lejos de nuestra capital, Dailang, que del centro de nuestra ciudad, y hay más de tres personas que hablan mal de mi persona, sin embargo, espero que usted sea capaz de analizar estos rumores con sabiduría". El Rey del Estado de Wei dijo entonces: "Ahora entiendo lo que quieres decir". Pan Cong se fue del Estado de Wei con el príncipe al Estado de Zhao, seguro de que el Rey había comprendido la verdad. Sin embargo, el Rey del Estado de Wei siguió creyendo en los rumores calumniosos sobre Pan Cong y se negó a confiarle importantes responsabilidades.
Ciertamente no se puede encontrar un tigre en la ciudad. El rumor de que hay un tigre en la ciudad es una mentira evidente, pero un rumor, si se repite suficientemente a menudo, puede ser aceptado como una verdad. Esto ilustra el dicho chino "Tres personas pueden transformar un rumor de que hay un tigre en la ciudad en una verdad cierta". Por ejemplo, uno puede decir "Para diferenciar la verdad de la mentira, uno debe examinar los hechos y reflexionar profundamente". No se debe creer tan fácilmente en los rumores, de lo contrario permitiríamos que "tres personas transformen el rumor que hay un tigre en la ciudad en verdad cierta". Algunas veces aceptamos un rumor como si fuera una verdad y nos equivocamos porque en realidad es una mentira, si se repite suficientes veces, existe el riesgo de que sea aceptada como verdad.
Traducido del inglés en: http://www.zhengjian.org/zj/articles/2003/10/10/23929.html
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