Confucio sobre la tolerancia: El que ve las cosas con demasiado claridad no tendrá discípulos

Zi Zhang, uno de los estudiantes de Confucio, preguntó un día a Confucio sobre la política y el gobierno. Confucio dijo: "Los hombres de bien no deberían establecer exigencias demasiado altas en sus relaciones con la gente común. No les guíen con objetivos demasiado lejanos de la realidad. No les fuercen a hacer lo que no pueden cumplir".

Zi Zhang dijo: "Seguiré sinceramente sus enseñanzas".

Confucio añadió: "Tiene que acordarse. Si el agua está demasiado clara, entonces no habrá peces. Si vemos las cosas con demasiado claridad entonces no tendremos discípulos ni estudiantes. Antiguamente, las coronas de los emperadores tenían hilos de perlas de jade cubriendo los rostros de los emperadores. Eso era para que no vieran demasiado claramente. Tenían decoraciones para cubrir sus orejas e impedirles oír muy claramente. Cuando el mal aparecía dentro de la muchedumbre, los emperadores rectificaban la situación".

Confucio dijo también: "Deberíamos adoptar políticas generosas para permitir que la gente vea por si misma sus debilidades. Hay que conceder principios según la capacidad de aceptación del público. ¡Denles el poder de pensar por sí mismos, individualmente, sobre la base de los principios, y de encontrar sus propias direcciones! Cuando la gente comete pequeños errores, no haga todo lo que pueda para identificar sus errores, sino perdóneles sobre la base de sus buenas acciones pasadas. Eso les ayudará a ser mejor, como una persona muerta que renace. Así es como ocuparse del asunto con bondad".

Al oír eso, Zi Zhang dijo sinceramente a Confucio: "Lo que dice es verdad".

Confucio dijo: "Si quiere que los demás entiendan sus palabras, el mejor medio es primero de escuchar las opiniones de los otros. Si quiere que una política se aplique rápido, el mejor medio es de actuar usted mismo dando el ejemplo. Si quiere que la gente le siga rápidamente, el mejor medio es enseñarle los principios justos. Si puede cumplir eso en lugar de reprender al público entonces llegará a ser un buen dirigente".

Como seres humanos todos tenemos debilidades. "Ningún discípulo que vea demasiado claro" nos enseña a ser bueno y generoso con los demás. Deberíamos ser sensible a la fuerza de los otros y aprender de ellos constantemente para mejorar nuestras propias calidades y moralidad.

Traducido de: http://www.zhengjian.org/zj/articles/2006/10/14/40439.html