Era al principio de junio de 1995 y el Maestro ya había acabado con las conferencias de enseñanza del Fa en China continental. Algunos practicantes de Pekín nos informaron que se estaba organizando otra Conferencia en la escuela elemental de Shacheng en Zhangjiakou, y que todavía quedaban 35 plazas libres. Mi mujer y yo decidimos registrarnos.
Cuando llegó el día, tomamos el autobús para Shacheng y bajamos en la parada de un hotel cerca de la citada escuela. Lucía un hermoso día soleado.
Llegamos temprano al aula, pero mucha gente ya estaba allí. Buscamos un espacio libre para sentarnos. En medio de la sala había una mesa y justo encima, una gran pantalla de televisión. Antes de que comenzara la conferencia, un asistente de Beijing explicó que cada día seguiríamos los vídeos de las conferencias de la enseñanza del Fa del Maestro y al final de cada conferencia, se haría la demostración de los ejercicios.
El primer día, después de finalizar la primera sesión del vídeo, volvimos a nuestro hotel. Estudiamos juntos el Fa y compartimos unos con otros. Recuerdo que excepto algunos practicantes que habían obtenido el Fa antes de 1994, el resto lo habíamos obtenido recientemente; de pronto me vi sumergido en un gran campo de energía lleno de compasión.
A la mañana siguiente hicimos juntos los ejercicios. Era un bonito espectáculo ver a 300 personas haciendo los ejercicios en un espacio tan pequeño y retirado.
El segundo día, después del estudio del Fa, nuestro asistente local me pidió si podía ayudar a promover el Fa en Zhangjiakou. Me entusiasmaba la idea de tener esa importante responsabilidad y reconocí que ésta era una oportunidad.
Después de finalizar las nueve lecciones del video de la enseñanza del Fa, salimos rápidamente, para poder tomar el autobús.
Más tarde, supe que el venerable Maestro había organizado personalmente esa clase.
Después de la conferencia, Dafa se difundió muy rápidamente en Zhangjiakou. En 1998, más de 25.000 personas en la región habían empezado la práctica. Más adelante, algunos de estos practicantes propagaron el Fa en Mongolia Interior y en la provincia de Shanxi.
Hace ya más de quince años que se celebró esta conferencia, pero cada vez que recuerdo aquellos días, se reaviva mi corazón. Me siento muy feliz de ver que los practicantes en la región de Zhangjiakou han seguido al Maestro con determinación y han superado muchos obstáculos durante todo este tiempo.
¡Me gustaría expresar mi gratitud hacia el Maestro por haber ofrecido la salvación a los practicantes de Zhangjiakou!
Versión en chino disponible en : http://www.minghui.org/mh/articles/2010/7/6/226561.html
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