Confucio y Sócrates: Tener el valor de ponerse en el lado de la verdad

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En las Analectas de Confucio, Xianwen, el emperador de Wei Septentrional (454-476), describe a un emperador de la dinastía Wei Septentrional de China/Xianbei, quien respondió a las preguntas fundamentales de la ley.

"Un hombre benevolente no se preocupa, un sabio no tiene dudas y un valiente está libre de temores", dijo Xianwen. La valentía es una virtud esencial en el establecimiento de un reinado perfecto. Los registros históricos hablan de muchas personas valientes en las culturas occidentales y chinas.

Relatos populares dicen que había cerca de 100 discípulos Mohist quienes sin vacilar sacrificarían su vida por decir la verdad. En el período de los Estados Combatientes (475-221 a. C.), existió un guerrero llamado Jing Ke que tenía la misión de asesinar al rey de la dinastía Qin según lo dice esta canción: "El viento giró hacia el oeste y un frío intenso se sintió cuando el soldado salió a cumplir la misión de la que no podría volver".

El guerrero Xiang Yu desconsolado por la pérdida de tantos soldados y avergonzado de tener que enfrentarse a sus superiores, se quitó la vida cortándose la garganta en el río Wujiang.

Todos eran valientes y no tenían miedo. Zilu, uno de los alumnos favoritos de Confucio, era valiente y directo. Sin embargo, Confucio dijo: "Él no tiene miedo, pero no vale la pena mencionarlo". En realidad, Confucio apreciaba otro tipo de valor.

Mencio dijo: "¿Quieres ser valiente? He oído hablar a Confucio sobre ser valiente: Si examino mi interior y encuentro que la justicia no está de mi lado, entonces, aún si el otro es una persona humilde yo no lo intimidaría. Si después de examinarme, siento que la justicia está en realidad de mi lado, entonces incluso cuando el otro sea poderoso yo aún lo haría". (El primer volumen de Gongsun Chou de las Obras de Mencio)

El esfuerzo de Confucio en nombre del pueblo
Confucio guió a sus estudiantes siguiendo estos principios durante toda su vida. Según la leyenda, Confucio era alto y fuerte pero fue siempre amable con todos. Tenía mucha paciencia con sus alumnos y era muy modesto y prudente. Si él cometía un error, pedía perdón a sus alumnos.

Confucio

Al decaer la dinastía Zhou, Confucio trató de fomentar la benevolencia y de persuadir al rey de educar al pueblo a través de impulsar la etiqueta y la música.

Cuando Confucio visitó el estado de Lu, trató de restablecerlo pero no pudo. Luego viajó por todo el país para promover sus puntos de vista políticos. Fue a los estados de Zhou, Qi, Wei, Cao, Chen, Cai, Song ye y Chu, pero las autoridades no aceptaron sus puntos de vista y lo ridiculizaron. Rodeado por aquellos que se burlaban de él y lo atemorizaban, se sintió atrapado y pasó hambre. La gente le dijo que se diera por vencido.

Pero la espiral descendente del deterioro de los estándares morales no pudieron afectarle. Ni la calumnia ni las actitudes equivocadas pueden cambiar las aspiraciones de los santos. Él vió siempre al patrimonio de su cultura como su destino y consideró la aplicación de acciones rectas como su responsabilidad. Le dijo a su discípulo: "Si hoy en día la virtud existiera yo no trataría de cambiarla".

Con el fin de difundir sus ideas y educar a la gente, Confucio abrió la primera escuela privada. No importaba si un estudiante era pobre o rico, inteligente o lento, cualquiera podía asistir a su escuela. Cuando él tenía 70 años, se propuso acabar y revisar algunos libros antiguos. El confucianismo tuvo un impacto trascendental en la historia de China, la cultura, la personalidad, el pensamiento y mucho más.

Una mirada al antiguo sabio griego Sócrates
En el año 594 a. C., el estadista ateniense Solón creó la política republicana en la forma de elecciones cívicas y procedimientos del jurado. Sin embargo, la ética, la moral y la fe no tenían importancia en esa época. Muchos fiscales y jueces, elegidos entre los agricultores y empresarios, sólo reconocían la ley y las ciencias. Ellos no tenían un corazón humilde que creyera en Dios.

Sócrates sostuvo que el propósito de la filosofía no era entender la naturaleza, sino más bien "conocerse a uno mismo". Promulgó el conocimiento de la verdad en la vida y llevar una vida de moralidad. Él creía que todo en el mundo había sido arreglado por Dios.

Hizo hincapié en la ética y decía que "La virtud es conocimiento". Pasó toda su vida dialogando con la gente y trató de evitar que cometiera errores. Sócrates quiso inculcarles el auto-respeto.

En el año 404 a. C., una ley tirana sustituyó a la democracia. El dictador ordenó a Sócrates arrestar a un hombre rico para que él pudiera confiscar su propiedad pero Sócrates se negó a hacerlo. No sólo se atrevió a resistir la injusta orden, sino que también la condenó públicamente.

A pesar del poder y la fuerza de los que se le oponían, Sócrates persistió en vivir de acuerdo con sus principios y justicia. No se dió por vencido ante ninguna fuerza social injusta, por lo tanto ofendió a mucha gente.

Frente a la acusación de "corromper a la juventud", Sócrates, según lo describe Plato, pronunció el siguiente discurso ante un jurado Ateniense:

"Y así sigo mi propia manera de hacer las cosas, obediente hacia Dios e interrogando la sabiduría de cualquier persona, ya sea un ciudadano o un extranjero, que parece un sabio....Te digo que la virtud no se obtiene con dinero, sino que el dinero viene de la virtud así como todos los bienes del hombre, tanto públicos como privados. Esto es lo que enseño y si ésta es la doctrina que corrompe a la juventud, entonces mi influencia es verdaderamente dañina. Pero si alguien dice que esta no es mi palabra, él está diciendo una mentira. Por lo tanto, os digo, hombres de Atenas, hagan lo que Anitus propone o no hagan lo que Anitus propone y si me absuelven o no; pero sea lo que hagan, sepan que nunca alteraré mis maneras, nunca, aunque tuviera que morir varias veces".

Actualmente, los grandes sabios del pasado todavía ejercen una enorme influencia sobre nosotros. El verdadero valor no está en ser beligerante, sino más bien en ponerse del lado de la verdad. Mientras uno se atiene a la verdad, incluso ante el poder y la violencia, uno nunca perderá el aliento o se dará por vencido.

Cuando Confucio y Sócrates vivían, parece que la moralidad no era la norma, pero ellos no se dieron por vencidos. En última instancia, sus pensamientos tuvieron gran importancia por miles de años. Su valentía fue lo que construyó sus personalidades y crearon una cultura que ha sostenido la moralidad de generación en generación.

Versión en chino disponible en: http://www.minghui.org/mh/articles/2012/2/24/文史漫谈-道之所在,虽千万人吾往矣-253452.html

Versión en inglés disponible en: http://en.minghui.org/html/articles/2012/7/30/134691.html

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