Antiguas historias de cultivación: El gran monje Dao Xian

Shi Dao Xian era originario del Estado de Ju Kang de la Región Occidental en la antigua China. Él era un viajero de comercio. Un día, después de haber asistido a una conferencia dada por un viejo monje budista tuvo una iluminación. Hizo vaciar su barco lleno de tesoros en el río, se despidió de su esposa y sus hijos y se hizo monje en el templo del bosque de bambú de Guan Kou. Durante la ceremonia de tonsura, (rasurarse el pelo) juró en público: "No voy a salir del templo, hasta que no me ilumine".

Más tarde, Dao Xian vivió por sus propios medios sin contacto con la gente profana. Reparó y aumentó el templo y los caminos que daban acceso al templo. Poco a poco, otros practicantes budistas construyeron chozas cerca del templo. Cada vez que abría y leía las escrituras Budista, Dao Xian comenzaba a sollozar y a suspirar con emoción. Se preguntaba por qué no tenía otra alternativa que la enseñanza de un difunto a su disposición. Desde el principio de su cultivación, Dao Xian se sentaba en meditación cada vez durante 4 o 5 días. Si tenía una cita con alguien que lo visitaba, podía sentir el acercamiento del visitante y se levantaba para saludarle. Si nadie venía a visitarlo, él se quedaba en su habitación para meditar. Su mente estaba en calma, como un mar en calma.

Durante el establecimiento del estado de Liang, el rey Tan honró a Dao Xian como profesor y lo invitó a Shan Xi. En ese tiempo, en Shan Xi, el taoísmo se puso de moda y había muchos templos taoístas por lo tanto el budismo no era bien visto. Dao Xian tomó las cosas con calma mientras el rey estaba preocupado por su seguridad. Un día, practicantes vieron un incendio en Dong Gang y tuvieron miedo de que alguna desgracia le sucediera a Dao Xian. Llevaron recipientes de agua para socorrerle. Llegados en el mismo lugar, en casa de Dao Xian, lo vieron sentado en medio de una llama gruesa y que avivaba una gran fogarada. Los monjes quedaron sorprendidos por su gran virtud. Más tarde, un monje de nombre Li Xue Zhu regaló su propia tierra para edificar allí una estatua y una pagoda para Dao Xian. Desde entonces, por lo menos una familia de cada diez de los pueblos cercanos y alejados profesa la fe Budista.

En aquella época, un príncipe de la casa real y el duque, Fan Yan de Ci Zhou comenzó a creer en el Budismo. Erigió estatuas para los cuatro reyes celestiales en el templo Budista de Liang Tai sobre la montaña, para que el pueblo viniera a rezar. Cuando Dao Xian venía al templo, las cabezas de los cuatro reyes celestiales emitían cinco colores diferentes. De hecho, las luces eran unas llamas naturales que venían de un farolillo que transportaba Dao Xian. En vísperas del nombramiento de Lu Fa He como funcionario de alto rango, él era muy pobre y humilde. Se fue al templo para traer comida. Ciertos practicantes se quejaron de eso. Dao Xian les dijo: "Es el duque de alto rango San Tai. ¿Por qué lo condenan ustedes? Se volverá muy rico y poderoso en el futuro". Poco tiempo después, lo que Dao Xian había predicho se cumplió.

Cuando Dao Xian no se encontraba bien, un niño celestial salía de una corriente verde, sosteniendo en sus manos un tazón que contenía una medicina milagrosa se arrodillaba delante de él antes de darle esta medicina milagrosa. La enfermedad de Dao Xian se curaba inmediatamente.

Dao Xian vivió en la montaña durante 28 años. Iba por todas partes para salvar a la gente. Una vez hubo una sequía y la gente rogaba al cielo para que lloviera. Dao Xian fue al palacio del dragón de la lluvia y le dijo: "¿Por qué duermes tan profundamente que no escuchas las oraciones pidiendo lluvia?". Poco después, una lluvia cayó sobre la tierra. La gente respetaba a Dao Xian como un Dios.

Bajo la Dinastía de Sui, Dao Xian volvió al Templo Budista a la montaña. Al llegar, los caminos estaban muy limpios, porque las montañas celestiales los habían limpiado para él. Dao Xian murió sentado en la postura de meditación, tenía entonces más de cien años.