Falun Dafa curó mi leucemia

Solía trabajar en una tienda de pinturas en la ciudad de Jinzhou, provincia de Liaoning. Durante un tiempo, sufrí de fiebre baja crónica. Fui al hospital varias veces y nadie pudo diagnosticar que causaba la fiebre. La condición se volvió tan severa que no podía trabajar. Al comienzo de 1994, el hospital central nº 1 de la ciudad de Jinzhou, me diagnosticó leucemia. Después que los tratamientos del hospital no dieron resultado, comencé a buscar tratamientos alternativos. Oí que ir a un templo a rezar y recitar escrituras podría ayudar, entonces gasté varios miles de yuanes para viajar a la montaña de Wutai buscando un maestro, mi condición se volvía cada vez peor y peor (nota: 500 yuanes es igual al salario promedio mensual de un trabajador standard en china). Más tarde fui al hospital de Pekín para solicitar tratamiento, pero descubrí que debía pagar más de 10.000 yuanes por el tratamiento. En ese momento mi familia estaba con una crisis financiera, desde que no trabajaba y el lugar para el que trabajaba no podía afrontar el pago de la medicina por mí. Como resultado, no pude tratarme en el hospital de Pekín. Rápidamente me puse tan enfermo que ni siquiera podía levantarme de la cama.

Cuando mi vida estaba en condición critica, supe que el Maestro Li iba a dar una lectura en Dalian. Como última esperanza, mi familia me llevó en tren a Dalian. Fue verdaderamente un milagro -- tan pronto como el tren arrancó y dejó Jinzhou, me sentí mejor y mi apetito mejoró. El segundo día, llegamos a Dalian y oímos la lectura del Maestro Li. Durante el corte de la lectura, el Maestro purificó nuestros cuerpos. Mi fiebre desapareció inmediatamente, me sentí muy bien y extremadamente contento. Desde entonces, mi leucemia desapareció. Después de los 9 días de clases, salí caminando del salón sin ayuda y caminé una milla y media hasta el hotel yo sólo. Estaba muy excitado, lagrimas caían de mis ojos y no pude dormir en toda la noche. Todos los demás compañeros practicantes fueron profundamente conmovidos y todos dijeron que Dafa era maravilloso, verdaderamente maravilloso.

La mañana siguiente, estaba tan saludable como los demás y tome el tren hacia Jinzhou sin ayuda de nadie. Yo sólo soy uno de los cientos de millones vidas salvadas por el Maestro Li. Después de nueve años, continuo estudiando el Fa y practicando los ejercicios y hago lo mejor por mi parte para mejorar mi xinxing. He tenido una vida feliz desde entonces. Fue el Maestro Li y Falun Dafa que me dieron una segunda vida.