En las calles, vi a practicantes de Falun Gong sonrientes con la camiseta amarilla que distribuían folletos y presentaban los ejercicios de Falun Gong. Desde las últimas semanas, esto se ha convertido en una escena habitual en las calles de Nueva York.
Cuando llegué a la intersección de Broadway con la calle 42, repentinamente oí a alguien vociferar muy alto en inglés.
Me acerqué al lugar de esta agitación y vi que mientras docenas de practicantes de Falun Gong hacían apaciblemente los ejercicios y distribuían documentos, un americano de edad media con los cabellos largos y una barba erizada, que llevaba una camisa blanca sucia y tenía una botella de vino en la mano, injuriaba a un joven practicante chino de Falun Gong. Más tarde, hasta comenzó a empujar y a maltratar al practicante.
Inmediatamente después, se apoderó de los documentos de una mujer que estaba sentada a su lado y los lanzó al suelo. Cuando otro practicante que llevaba unas gafas trató de calmarlo, esta persona le escupió encima.
Cuando nadie le prestaba atención, esta persona sólo hacía ruido. Sin embargo, cuando alguien se le acercaba para hablarle, se volvía todavía más inmoderado y vociferaba todavía mucho más. Algunos minutos más tarde, vino un policía y pidió al hombre que se marchara.
Un chino desconocido muy cerca mira al mendigo que está molestando a los practicantes | El chino iba y venía al lugar donde el mendigo causaba el disturbio a los practicantes |
La practicante Sra. Shiming Xiong de Filadelfia dijo: “Es extraño, no sabemos de donde viene este hombre y por qué actúa así sin haberle provocado. Parecía loco cuando me arrebató los documentos de las manos y los lanzó al suelo”. La Sra. Xiong dijo que distribuía documentos de clarificación de la verdad de Falun Gong en otro sitio y acababa justo de llegar a este lugar cuando se produjo el incidente.
Otra practicante, Sra. Zhou, dijo: “Desde que la persecución comenzó en 1999, la respuesta típica de los occidentales al enterarse de la verdad respecto a la persecución es una muestra de simpatía hacia las víctimas y de condena a los autores de los crímenes. Es la primera vez que veo a un occidental crear un disturbio durante las actividades de los practicantes”.
La Sra. Zhenyu Sun de Connecticut fue testigo del incidente, y un periodista le preguntó qué había pasado. Ella le dijo: “Ya había visto a este hombre alguna vez antes. Cuando teníamos una exposición antitortura en el parque Battery la última semana, formó un disturbio sin llegar al contacto físico. La policía le pidió irse. Sin embargo esta vez, hasta empujó a los practicantes. En el momento que ocurrían estos incidentes, había un chino alrededor del mendigo. Cuando él veía acercarse al chino, se volvía todavía más violento. La Sra. Sun entonces apuntó a un chino que se encontraba a unos 10 metros más lejos y dijo: “Ése es el chino”.
Según apuntaba la Sra. Sun con el dedo, el periodista vio a un chino de mediana edad vigilando al mendigo. Cuando el mendigo se calmaba, él se dirigía hacia nosotros, pasando cerca del mendigo y entonces se situaba en el otro lado para vigilar. Tal como la Sra. Sun había dicho, el mendigo comenzó a dar gritos de nuevo.
Cuando el periodista se acercó a esta persona para preguntarle si era chino, respondió: "Sí". Cuando el periodista le preguntó si era de China Continental, dijo: "Sí". Sin embargo, se negó a responder otras preguntas.
La Sra. Sun dijo que cuando el mendigo vio venir a la policía, se acercó al chino y le dijo: “Dame el dinero”. En este momento, el chino dejó el lugar sin ninguna expresión. La Sra. Sun dijo que pensaba que alguien había contratado al mendigo para sabotear la actividad de los practicantes.
Cuando el periodista preguntó a la Sra. Zhou quien podía haber contratado al mendigo para hostigar a los practicantes, ella no respondió específicamente. Sin embargo, apuntaba a una persona que declaraba ser un empleado del consulado chino la semana pasada durante el acontecimiento en el parque Battery y que había venido para criticar su actividad y dijo que las actividades recientes de los practicantes en Nueva York le ponían "muy enfurecida".
Cuando el periodista preguntó a la Sra. Sun por qué los practicantes de Falun Gong se reunían en Nueva York, dijo: “Esta persecución es inhumana y la condenamos. En consecuencia, hay mucha gente que no está al tanto de la brutalidad de esta persecución, y no hemos hecho bastante para detenerla en los últimos cinco años. Nueva York es un centro, y la reunión anual de las Naciones Unidas se celebrará aquí este mes. Queremos que toda la gente del mundo sepa que Falun Gong es bueno, y que la persecución es depravada. Queremos que la gente nos ayude a poner fin a esto. Posiblemente ciertas personas temen que sus crímenes sean expuestos y quieren sabotear nuestras actividades, y contratan a un mendigo para hacer su trabajo sucio”.
Hacia las 17 horas del día 5 de septiembre, otro mendigo fue a la exposición antitortura en Unión Plaza. Criticó a los practicantes en voz muy alta. Dos occidentales que miraban la exposición hablaron a los practicantes y comenzaron a pelearse con él. La policía vino, y después de haber verificado el permiso de exposición de los practicantes, la policía le pidió al mendigo que se marchara.
Un artista chino que pintaba por el otro lado de la calle dijo: “Los practicantes de Falun Gong son verdaderamente benévolos. Cuando este hombre escupió a los practicantes, podían haberle dado una lección, pero no hicieron nada”. Dijo que creía en la integridad de los practicantes, y pensaba que Jiang era demasiado cruel en la persecución de los practicantes. Comentó que sería asqueroso si el consulado chino hubiera contratado al mendigo para sabotear los acontecimientos de los practicantes.
La Sra. Sun dijo que un policía le había pedido telefonear al 911 si ocurría de nuevo este tipo de problema. Si hay alguien detrás de este incidente, la policía y el FBI investigarán.
Versión en chino disponible en:
http://minghui.ca/mh/articles/2004/9/10/83794.html
Versión en inglés disponible en:
http://www.clearwisdom.net/emh/articles/2004/9/11/52302p.html
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