Un joven occidental habla de lo que aprendió durante once días de clarificación de la verdad en Nueva York

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Quisiera compartir mi experiencia de once días de estancia en Nueva York. Para empezar, diría que nada fue como esperaba. Antes de ir a Nueva York había oído las experiencias de otros practicantes. Algunos hablaban de intensa perversidad y otros del modo en que su nivel de Xinxing se había elevado desde que estaban allí. Tenía algún pensamiento sobre lo que iba a ser mi experiencia y tenía grandes ideas sobre lo que quería hacer para esclarecer los hechos una vez allá. Me parecía que estaba a punto de embarcarme en una misión que podía ser el acontecimiento más señalado en mi camino de validación de la Ley.

Cuando llegué a Nueva York, esperaba interferencias muy intensas. Durante el día, esto no parecía demasiado fuerte. Por la noche, sin embargo, era otra historia. Tenía que ir a casa de un practicante hacia las 23 horas. Esperando el metro, mis manos temblaban de manera incontrolable, sentía mucho calor; mi cuerpo se cubrió de sudor y polución de la ciudad y mis piernas estaban débiles y parecían querer hundirse. Casi podía ver el fuego precipitarse en la estación de metro. Todo esto era debido a mi no muy buena comprensión del modo de negarme a las viejas fuerzas. Me di cuenta que había aceptado pasivamente la interferencia depravada, pensando que era así. No era lo bastante fuerte para negar estas interferencias, así que me desinteresaba y sentía lástima de mi mismo. Más tarde, esa noche, después de llegar y encontrar un lugar para dormir, envié pensamientos rectos. De repente, las palabras de un compañero de práctica me volvieron al espíritu. Antes, durante la jornada, un practicante me dijo: "Toda esta perversidad en Nueva York no es nada para un practicante. Si es firme como cien millones de montañas, nada puede tocarle". Firmemente resistí a la perversidad y dejé de someterme o aceptar la persecución. En este momento las oleadas de energía fluyeron mucho. El inmenso poder incluso me sorprendió. Sentí como si verdaderamente fuera como cien millones de montañas, con pensamientos rectos que destruían toda la perversidad en mi camino.

Esta experiencia fue preciosa para mí. Sin embargo, en ciertos momentos desarrollé de nuevo el mismo problema. Un día, antes de dejar la casa para participar en un acontecimiento de gran importancia, la cabeza me daba vueltas, se volvió caliente y comencé a sentirme enfermo. Pensé: "Es la perversidad que trata de impedirme ir a este acontecimiento". Me senté para enviar pensamientos rectos. Durante los cinco primeros minutos, observé que hablaba con la perversidad en mi cabeza como si tratara de negociar con ella. Continuaba tratando de encontrar cuáles eran los apegos de los que sacaba provecho y quise desembarazarme de eso para quitarme esta sensación de enfermedad. Era como cultivar para la perversidad, para evitar la persecución. Estaba formando todos mis pensamientos sobre una base falsa, reconociendo y temiendo la interferencia. Cuando me di cuenta de esto, me volví más firme, dejé de tener miedo de la incomodidad y simplemente negué la perversidad. Comprendí entonces que los discípulos de Dafa seguramente no existen con el fin de eliminar la perversidad. No cultivamos para evitar la interferencia. Al contrario, existimos para salvar a los seres conscientes. Según mi experiencia, si siempre recuerdo que salvar a seres conscientes es lo más importante, estoy mucho menos sujeto a hundirme en tribulaciones o interferencias personales.

Mientras estaba en Nueva York, varios grandes apegos salieron a la superficie con fuerza. Durante los dos primeros días, cuando trataba de dar folletos, la inmensa mayoría de la gente no me hablaba ni me planteaba preguntas. Pensaba que era raro. Cuando veía gente hablar con otros practicantes, me sentía verdaderamente celoso y comencé a tener pensamientos muy depravados. Me preguntaba por qué y vi algo que me chocó mucho. Me di cuenta de que me gustaba esclarecer los hechos con un apego egoísta de validarme a mi mismo. Quería sentir que había hecho un buen trabajo, que era un buen discípulo de Dafa. Incluso mi viaje a Nueva York no tenía una motivación clara. Quería ir a Nueva York para sentirme un buen practicante que participaba en algo especial o importante. Yendo a Nueva York, tenía grandes planes y aspiraciones, todos con el motivo oculto de validarme yo y ser un "héroe". A causa de este apego, era muy difícil cumplir algo!

El apego a mi propia cultivación fue un problema importante para mí. En cuanto conocí la Ley en 2002, siempre me inquietó saber si alcanzaría el criterio para la plenitud personal. En Nueva York, la perversidad precisamente sacó provecho de este apego. Me condujeron a ver cosas que me hacían sentir como si no hubiera hecho bastante bien mi cultivación. Todo tipo de situaciones eran creadas para hacerme sentir inquieto y distraerme. Por ejemplo, un practicante me dijo que podía ver su Xinxing aumentar muy rápidamente estando en Nueva York. Cuando creía que mi Xinxing no se elevaba rápidamente, comenzaba a inquietarme. Siempre estaba buscando los signos que me mostraran si había hecho bien o no mi cultivación y esto me alejó del camino que el Maestro había arreglado para mí. Jamás podemos compararnos con otros ni juzgar nuestra cultivación comparándola con otros.

Lentamente, comencé a abandonar este apego y dejé de buscar los signos que me hacían pensar que hacía bien. Creo que compararme a otros era una parte de la causa profunda de mis celos.

Varias veces pensé: "He hecho 6.000 Km. y gastado más de 1.000 dólares para venir a Nueva York. Debería hacer grandes cosas, hablar a los hombres de negocios, a los medios de comunicación". Sin embargo, ahora comprendo que era más importante no hacer todas estas cosas que había previsto. Lo más importante era simplemente ponerme en armonía con los arreglos que el Maestro había hecho para mí y marchar sobre el camino que había arreglado, aunque no pareciera extraordinario en la superficie. Al llegar a un cierto punto, pensé: "Aunque la finalidad de mi viaje a Nueva York sea darme cuenta de mis apegos, de los celos, de mis propias ganancias en la ‘cultivación’ personal y a la pasividad frente a la perversidad de abandonarlos, esto valdrá la pena”. Aunque aparentemente no había hecho muchas cosas asombrosas o importantes, creo que el apego de estar aquí, de enviar pensamientos rectos y de esclarecer los hechos es importante. La experiencia será, en efecto, uno de los acontecimientos más significativos de mi camino, pero por razones totalmente diferentes de las que esperaba.

En resumen, la cosa más importante que aprendí en Nueva York es de no mirar fuera de mí, jamás esperar nada, no ser engañado ni ser llevado por ilusiones y basar todas nuestras acciones en la Ley.

Los últimos días de mi estancia en Nueva York, la polución viscosa y sucia que me cubría el cuerpo desapareció. Me sentía más ligero caminando. Podía ver cambiar a la gente. Millones de neoyorquinos vieron a los practicantes estas últimas semanas. Viéndolos cambiar, era como si la historia se celebraba delante de mis ojos. Me imagino como van a ser los próximos meses en Nueva York y quería compartir mi comprensión por este motivo.

Nueva York es el centro del mundo para los medios de comunicación, los grandes negocios, los estudios universitarios, la política. Los numerosos medios de comunicación importantes y corporaciones residen aquí e influyen sobre el mundo entero. Con los arreglos complicados de las viejas fuerzas, todo en Nueva York ha sido influido fuertemente por éstas. Si Nueva York fuera controlada por la perversidad, esto irradiaría e influiría sobre el mundo entero. Es igual que Pekín. Pekín es la capital política de China, de donde salen todas las órdenes de persecución de Falun Gong que se ejecutan luego en cada ciudad y pueblo de China. Con tantos practicantes en Nueva York que rectifican la Ley, la gente allí va a cambiar rápidamente. Van a desarrollar una comprensión elemental de Dafa viendo a los practicantes en todas las calles. Su comprensión de Dafa se hará rápidamente más profunda y madura y esto va a tener un impacto sobre cada sector de la sociedad. Toda la ciudad será el centro de Dafa en el mundo humano y el poder de la Ley penetrará en cualquier parte del mundo a partir de Nueva York. Para Pekín, tengo la misma comprensión. Cuando la Ley sea rectificada en Pekín, esto va rápidamente a afectar a toda China continental y la Rectificación de la Ley pronto se difundirá en el mundo entero.

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