Después de haber estudiado las enseñanzas de Falun Gong y cultivado mi corazón, mi cáncer de pecho desapareció

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Mi nombre es Qiong Qi. Soy practicante de Falun Gong en Taiwán. Antes del festival de mitad de otoño de 2001, un practicante, el Sr. Zhang, me habló de Falun Dafa. Me dio un gran estímulo y una buena ayuda. Primero, me proporcionó una copia del libro Zhuan Falun para leer. No comprendí en seguida que era algo especial. Había estudiado el Budismo durante más de diez años y no había encontrado respuestas a las preguntas que me cuestionaba. En consecuencia, no tenía apenas confianza en el hecho de leer más cosas aparte de lo que pensaba del budismo. Algunos días después, decidí probar los cinco ejercicios de Falun Gong con ellos.

Antes de empezar la práctica, tenía cáncer en el pecho. Sufrí una gran operación que duró seis horas en el hospital de Changgen. Como otros enfermos cancerosos, fui tratada con quimioterapia. Tuve un programa de nueve tratamientos. Después de cada uno de ellos, cuando lavaba mis cabellos, caían por puñados. Me sentía enferma y tenía miedo. Antes de la operación, dije valientemente a mis hijos que no se inquietaran, que la Bodhisattva me protegería y aseguraría mi salud. Sin embargo, lloré durante días después de quedarme calva. Era difícil para los demás comprender tales derrumbamientos emotivos. Más tarde, traté de persuadirme de que no debía desanimarme y ser fuerte. En este momento, trabajaba en un organismo de caridad desde hacía casi ocho años y había concentrado mi vida en la ayuda a otras personas con dificultades. Iba a menudo al hospital para visitar a los pacientes. Sin embargo, solamente cuando esto me llegaba, verdaderamente podía comprender el proceso de la vida, el envejecimiento, la enfermedad y la muerte. Recuerdo que en el momento entre la tercera y cuarta sesión de quimio, decidí ir al parque para participar en los ejercicios de Falun Gong. Hice esto porque sabía que la quimioterapia era muy tóxica y podía comprometer mi salud.

El segundo día de práctica, mientras hacía el tercer ejercicio, vi el cuerpo de Ley del Maestro. Llegó del cielo, sentado en meditación. Estaba tan feliz que continué con los ejercicios. Más tarde, vi la foto del Maestro cuando asistí al seminario de nueve días para aprender las enseñanzas y los ejercicios de Falun Gong. Lloré. La foto del Maestro era exactamente el cuerpo de Ley que había visto antes.

Cuando volví a casa, comencé a leer Zhuan Falun. La primera vez que lo leí, no había prestado mucha atención. Mientras lo leía por segunda vez, descubrí en la página veinticuatro que la humanidad es una cultura prehistórica que tiene millones de años. El Maestro dijo: "Sin embargo, en muchos fondos oceánicos se han descubierto enormes construcciones de tiempos remotos, esculpudas tan exquisitamente que no pueden ser restos culturales de los seres humanos actuales”. Leyendo esta página, me acordé repentinamente que había visto esa misma escena cuando tenía dieciocho años, lo que me dejó profundamente impresionada.

En la página once, podemos leer: De acuerdo con la Escuela Fo, la relación causal y predestinada gobierna todas las cuestiones inherentes a la gente común. Nacimiento, envejecimiento, enfermedad y muerte existen simplemente así para el hombre común. Como resultado del yeli generado por los actos malos del pasado, uno sufre enfermedades y tribulaciones. El sufrimiento es para pagar tus deudas del ye...” Miré hacia atrás. Mi casa, de un valor cercano a los 10 millones de dólares de Taiwán, fraudulentamente me había sido robada por un amigo y entonces desarrollé enfermedad mortal. Todas estas experiencias fueron muy duras de vivir. Sentí que estaba en tal sufrimiento, amargura, agotamiento y depresión. Sin embargo, las respuestas que había buscado durante todo este tiempo se encontraban en Zhuan Falun. Ahora, realmente comprendo por qué la gente pasa por pruebas y enfermedades. En la página 270, dice: Si algo te pertenece, no lo perderás; si algo no es tuyo, no puedes obtenerlo aunque compitas por ello.”

Gracias a la benevolencia del Maestro, mi cuerpo ha sido purificado y las células cancerosas han sido neutralizadas, lo que ha sido confirmado por el hospital en exámenes de control. En China, hay cien millones de personas como yo, que están bien de salud y que comprenden los principios de las enseñanzas de Falun Gong. Los practicantes somos buenas personas que cultivamos la Verdad, Benevolencia y Tolerancia. Desgraciadamente, en China, Falun Dafa y sus practicantes son perseguidos y oprimidos. Incluso pierden la vida. Muchas personas benévolas han sido engañadas por las mentiras del gobierno que controla los medios de comunicación en China. La gente en más de sesenta países del mundo sabe de Falun Dafa y todos ellos saben que es bueno. Nuestra esperanza es que el dirigente chino detenga la persecución. ¿No es bueno para una sociedad que haya personas buenas? Es un principio celestial que la bondad sea retribuida por la bondad y el mal por el mal. Deje de perseguir a estos practicantes benévolos de Falun Gong.

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