Experiencia compartida en la Conferencia de Intercambio de Experiencias de Falun Dafa 2004 en París

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Buenos días Maestro, buenos días compañeros francófonos de práctica.

Estos últimos días, en el momento de la práctica, lágrimas, sin parar, me vienen a los ojos. A veces en el momento de los pensamientos rectos, no puedo abstenerme de sentirlas también.

Ahora hace ya cinco días que estoy en Nueva York. Cinco días, días llenos, días llenos en los cuales mi ser pasó por el encuentro de practicantes que no conocía, a los ejercicios en el exterior de diferentes lugares, a la distribución de periódicos, a las exposiciones antitorturas, pasando por las oficinas de empresas, los pensamientos rectos enviados delante del consulado y las diferentes reuniones de intercambios y de lectura de la Ley entre practicantes. Repensando en eso, me pregunto cómo es esto posible, estos cinco días bien podrían equivaler a años.

Cada vez que me paseo por las calles de Manhattan a las horas punta, un flujo de personas cuya fuente parece querer secarse se vierte delante de mí. Cada mañana son millones de personas que afluyen por Manhattan. Vivir en Nueva York significa también, pasar horas en el metro y, concerniéndome, viví momentos difíciles en los cuales me sentí débil y cansado y otros instantes mágicos ofrecidos por el Maestro durante los cuales siento intensamente la magnificencia del tiempo que nos es ofrecido. Me es difícil saber qué contar y bajo qué ángulo. No me es fácil volver a trazar tanto las dificultades como los momentos fuertes de una manera adaptada para describir el cuadro más realista posible de lo que vi aquí, dejando a lo lejos la tentación de dejarme influir por mi humor o los sentimientos del momento. He aquí sin embargo algunos extractos.

Quién me hubiera dicho que un día me encontraría en un tren distribuyendo periódicos en cadena. Sin embargo es un momento muy fuerte que aprecio mucho. Es un placer el tener la posibilidad de ofrecer un periódico de calidad y muy bien concebido a los transeúntes. La distribución dura sólo tres horas, pero estas tres horas son muy intensivas y la cadencia jamás disminuye. La gente de todos los estratos sociales lo toma libremente y varios practicantes recibieron este bello cumplimiento: “es el mejor periódico que conozco”.

Los practicantes europeos han sido asignados a una exposición antitortura concreta. Se sitúa en Broadway, sobre una acera. La gente que pasa no puede evitarla. La exposición empieza con varios paneles que denuncian la persecución y las torturas, luego hay dos torturas que son puestas en escena, luego viene una mesa con las peticiones,... para acabar, al otro lado de la exposición hay practicantes que hacen los ejercicios. Otras tres grandes pancartas están giradas hacia el exterior de tal manera que la gente que circule en coche o por la acera de enfrente pueda también tener una visión de Falun Gong y de la situación en China. En la primera vemos a serenos practicantes sentados en meditación y en las otras dos a practicantes que han sido torturados. Las leyendas cortas complementan estas imágenes. A menudo me encuentro sobre la acera opuesta a la exposición. Ir a este sitio salió espontáneamente; ningún practicante había ido a pesar de la cantidad de personas que pasaban por allí. Al principio verdaderamente no comprendía por qué no había nadie y me sentía a veces un poco frustrado por tener de "asumir" este lugar. Sin embargo, a medida que surgían los encuentros y las discusiones comprendí que todo había sido arreglado; encontré a la gente a la que debía encontrar. De manera general, en este lugar muchos transeúntes toman las informaciones y los que las rechazan por lo menos tienen que pasar a través de los tres paneles y de otros sujetados por practicantes en las esquinas, les supone un primer contacto con Falun Gong y con la persecución. Estos últimos días experimenté dificultades al distribuir folletos, perturbado por una fuerte presión en la cabeza. Sé que debo estar muy concentrado y centrado para no ser perturbado y tan pronto como fallas se presenta, si la brecha crece es difícil resistir la presión de las interferencias. Nada es más duro que ver a la gente pasar sabiendo que si no acepta el folleto es a causa de uno, por la falta de compasión que emanaba de sí en este instante. Es increíble ver la diferencia. En este tipo de situación trato de dominarme y de enviar muchos pensamientos rectos. He aquí manteniendo una bella experiencia entre tantas otras; un momento conmovedor fue el de una chica joven con la que charlamos y le preguntamos qué haría falta según ella en el mundo para que se vuelva maravilloso. Su ser se conmovió al enterarse de los horrores de esta persecución depravada, su cuerpo tembló y las lágrimas le cayeron de los ojos. Sin duda que el mensaje dado por los practicantes chinos que resisten pacíficamente, sin rencor, a la persecución y de los cuales emana una benevolencia extraordinaria frente a esta violencia inhumana le habrá permitido sobreponer su tristeza y le habrá dado un bello esbozo de lo que puede suceder en el mundo.

Hoy fuimos a ver empresas. Las empresas pueden engendrar una impresión engañosa debido al hecho de que el efecto inmediato es menos flagrante comparado a la distribución de folletos en las exposiciones antitorturas. Pero es sobre todo el número de personas tocadas el que puede parecer poco elevado con relación a los esfuerzos realizados. A menudo para llegar a las oficinas de las empresas nos encontramos con ciertas dificultades porque hay que poder pasar la seguridad que hace las veces de recepción en la planta baja del edificio. Los pensamientos rectos emitidos delante del edificio, viendo el día anterior, sin duda son primordiales. Ir de empresa a empresa es una experiencia fuerte y el hecho de ir allá es enriquecedor. Una vez en el sitio a menudo encontramos a asistentas condescendientes deseosas de ayudarnos. En cambio tengo que enfrentarme con mi decepción de todavía no haber podido hablar con las personas "responsables"; cada vez surgió una última interferencia justo antes del encuentro, destruyendo esta posibilidad. Debo aprender a ver el lado bueno de las cosas y a no apegarme a ver a estos "responsables". Sobre todo a no olvidar por qué vinimos, y siempre para quedar imperturbablemente positivo. Casi todos los dossiers han sido entregados cada vez y los números de teléfono cambiados. Pequeños pasos se hacen y a fuerza de perseverancia nuevas puertas se abren.

He aquí pues algunas de las experiencias de lo que viví en Nueva York durante la clarificación de la verdad. Últimamente, después de haber intercambiado con otros practicantes, tomé conciencia de la importancia de querer plenamente sacar provecho del tiempo otorgado para elevar más rápidamente mi Xinxing. Recordé la importancia de lo que se desea, y pedí al Maestro ponerme a prueba para que pueda descubrir y llenar las posibles brechas. El extravío de un jersey, el ordenador que repentinamente parecía dejar de funcionar, los errores en las direcciones escogidas en los metros mezclados al cansancio, a la presión permanente de la perversidad y a la tensión que siento frente a mi responsabilidad en este lugar me descubrieron muchas facetas de mis apegos y de los lados oscuros de mi personalidad. Observé sobre todo que en Suiza, me contentaba con los progresos realizados, las nuevas comprensiones que obtenía, sin tratar de hacer más, de ir más lejos. Creo que esta determinación, esta voluntad de procurar sublimarse es esencial y necesaria para que el Maestro pueda arreglar algunas pruebas suplementarias y permitirnos avanzar más rápidamente.

En todo caso, desde que emití este deseo sincero, no he sido "decepcionado" y a pesar del cansancio, los momentos difíciles, las dudas en cuanto a mi capacidad de sobrepasar mis concepciones y mis apegos estoy increíblemente agradecido por estar confrontado de nuevo con las brechas con las cuales me complacía antes. Es interesante darse cuenta hasta qué punto me satisfacía con mi estado, descuidando ciertos apegos que me parecía tener bien notados. Durante esta fase actual, mis consideraciones van a los practicantes que me rodean, a su benevolencia y a sus comprensiones que son las esenciales en estos momentos. En realidad, ¿qué podía haber sido más bello allí que este proceso de desprenderse progresivamente de nuestras concepciones, nuestros defectos? Es lamentable esta tendencia que tengo a olvidar o más bien a buscar sólo el mínimo. Espero llegar a guardar la fuerza para perseverar en esta actitud de querer mejorar. Zhuan Falun "Cuando vengo a la sociedad de la gente común es exactamente como alojarme en un hotel sólo por unos pocos días; después me voy deprisa". No obstante, algunos simplemente están apegados a este lugar y han olvidado sus propios hogares.


Todavía me gustaría compartir mi experiencia delante del consulado chino. Este lugar es la evidencia de un tipo de construcción que desanima a los practicantes. El consulado está situado al extremo de una larga avenida al final de la cual se encuentra el océano. De lejos ya podemos sentir el viento frío y poderoso que se precipita allí. El consulado está completamente expuesto al viento. Los motoristas, con sus motos, unas más ruidosas que otras, vienen de los alrededores para hacer trabajar el poder de sus mecánicas y hacer zumbar sus motores lo más fuertemente posible en el momento de irse. El día en que estaba allí, un ferry marcaba las horas en punto con su sirena; la más larga que sonó fue a las 6... En tales circunstancias, mis pensamientos rectos a veces se vuelven muy fuertes. Fue divertido comprobar que en cierto momento el viento se reforzaba proporcionalmente a la fuerza de mi concentración. Es delante del consulado donde mejor sentí la importancia de la resistencia necesaria en esta lucha y la importancia capital de los pensamientos rectos emitidos en el mundo entero para sostener lo que pasa en Nueva York.

Antes de concluir, he aquí una interpretación de las lágrimas de las que hablé al principio; experimente una gran tristeza delante de todos estos seres eliminados, estos universos destruidos estos vacíos actuales de los que una parte provienen posiblemente de mis apegos. Mezclado a esta tristeza se encuentran también las lágrimas de gratitud por todos esos segundos tan magníficos y tan extraordinarios que nos son ofrecidos para hacer lo que podemos y debemos hacer; el estudio de la Ley, la clarificación de la verdad y los pensamientos rectos.

Gracias a todos vosotros por sus intercambios, el apoyo mutuo y este cuerpo único que formamos y del que reforzamos poco a poco la cohesión. Deseo que nuestro éxito pueda significar nuestro agradecimiento más profundo hacia nuestro respetable Shifu.

En “Enseñando el Fa durante el Festival de la Linterna de 2003 en la Conferencia Occidental de Estados Unidos,” se dice: Hagan bien lo que deben hacer. Las relaciones predestinadas son difíciles de encontrar. Atesoren todo esto, no habrá una segunda vez.

Traducido del francés: http://fr.clearharmony.net/articles/200411/16587.html

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