Gratitud

Encontré Falun Dafa hace siete años, “por el más grande de los azares”. Desde la primera sesión de práctica experimenté un bienestar, un entusiasmo, una confianza en mí hasta entonces desconocidos. Es por eso que continué.

El paso en la cultivación que fue más difícil fue: aceptar Zhuan Falun, para un espíritu occidental, es aprender a leer de otro modo, buscamos las resonancias. Este aprendizaje me mostró mis apegos, antes inconscientes. Comprendí entonces que había muchos otros en los que hay que reparar para eliminarlos. Y, paso a paso, sentí que este método, por su alianza entre el cuerpo y el espíritu, me permitía desarrollar mis sentidos, liberarme progresivamente de ciertos apegos, y me ayudó a enfrentarme y sobrepasar las pruebas comprendiendo su sentido, luego aceptándolas.

Después, poco a poco, gracias a la lectura, gracias a los intercambios de grupo, gracias a este reequilibrado interior, gracias a estas nuevas percepciones, tuve el sentimiento de encontrarme en un mundo nuevo, en el cual Verdad, Benevolencia, Tolerancia operaban verdaderas transformaciones. Sé ahora que un mundo nuevo, hecho de respeto a toda vida, de colaboración, de espíritu de unidad es posible y maravilloso.

Experimento un sentimiento inmenso de gratitud hacia el Maestro Li de habernos puesto totalmente al alcance de este método y esta visión del mundo, hacia los que lo enseñan y lo viven profundamente, y hacia todos los que sufren tan duramente en su carne para transmitir el mensaje cueste lo que cueste.

Traducido del francés: http://fr.clearharmony.net/articles/200411/16547.html