Soy ginecólogo y comencé a practicar Falun Gong en 1996. Hace algunos años, comencé a hablar de Falun Gong y de las violaciones de los derechos humanos perpetuadas contra los que practican Falun Gong a mis pacientes y lo encontré muy eficaz. Me gustaría contar una historia sobre la manera en la que un chino americano conoció Falun Gong.
El 12 de octubre de 2004, una china americana vino a nuestro hospital. Ella presentaba múltiples tumores fibroides con complicaciones debido a la inflamación de los ovarios, crecimientos irregulares de células en el cuello, y otras complicaciones más. Me dijo que la habían visto numerosos médicos expertos de varios hospitales renombrados de Pekín y todos le habían sugerido operarse para impedir que su enfermedad terminara produciendo un cáncer. Además, su estómago estaba tan inflado que parecía estar embarazada de seis meses. Sentía su estómago vacío y doloroso. No podía dormir ni trabajar correctamente. Sufría muchísimo y temía pasar por una operación. Estaba muy pálida y llena de sufrimiento.
Estudié su expediente médico enviado por los hospitales de Pekín y le practiqué otro reconocimiento físico. Mis conclusiones fueron idénticas. El pronóstico era que necesitaba una operación. La reconforté y le expliqué mi opinión para su tratamiento. Luego comencé a hablarle de Falun Gong y le conté los efectos curativos milagrosos de Falun Dafa. Escuchó muy atentamente y fácilmente aceptó los hechos acerca de Falun Dafa. Después de haber escuchado "Jishi", una música que le había prestado, dijo que ya había escuchado esta música antes. Me contó entonces acordándose de pronto: antes del Nuevo Año chino de 2004, tuve un gran resfriado que me duró mucho tiempo. Mientras quemaba serpentinas de incienso y rezaba delante de una estatua de Bodhisattva, una escena maravillosa apareció delante de mis ojos. Vio a sus padres en el paraíso y oyó la música que no había escuchado desde hace tiempo. Su madre le pidió que regresara al mundo humano para cumplir su deber histórico. Luego, comenzó a recuperarse de su "severo resfriado”. Me dijo: ”Lo que hoy he oído es la misma cosa que escuché entonces”.
Aquella tarde, le di una copia de Zhuan Falun (Zhuan Falun contiene las principales enseñanzas de Falun Gong). Después de ver la Rueda de la Ley en la cubierta del libro dijo: ”Ya vi esto”. Cuanto vio el retrato del Maestro, dijo que ya lo había visto también. Me contó entonces que estaba escuchando la música de Falun Dafa a eso de las doce y se sintió cansada. Entonces se acostó y estando adormecida, vio al fundador de Falun Gong, Maestro Li Hongzhi sentado, suspendido en el aire en una bandeja enorme de loto y vestido con una ropa amarilla de Buda, emitiendo una luz dorada brillante con diez rayos de colores diferentes. Rayos y rayos de anillos de luz alrededor de una columna de luz que brillaba en todas las direcciones. Había numerosos Budas y discípulos detrás del Maestro. Cada discípulo tenía una Rueda de Ley detrás de él. Había también Ruedas de Ley en los aires. Algunas de ellas eran tan grandes como una casa mientras que otras eran pequeñas como copos de nieve. Todas estaban en rotación, y la escena era magnífica más allá de toda descripción.
Al día siguiente, leyó a Zhuan Falun acostada en su cama porque no se sentía bien. Al principio sintió un dolor grande en su estómago. Después de que terminara de leer la primera conferencia, se sintió mejor. Estaba cansada y se durmió. Vio al Maestro en su sueño. El Maestro estaba en el aire y había un río ancho entre ellos. El Maestro se encontraba al otro lado del gran río y había muchos discípulos. Ella se encontraba sola en este lado del río. Pensó que también quería estar en el otro lado. El Maestro entonces la levantó y despacio la ubicó en el otro lado del río. Allí, tropezó un poco y se despertó. Luego, sintió a alguien que la liberaba de sus enfermedades. ¡Oyó decir a alguien: ”¡Buen trastero!” No sabía si esto era real o esto formaba parte de su sueño, al mismo tiempo se apretó y sintió dolor, lo que probaba que no estaba soñando.
A los tres días vino a mi consulta y me contó su experiencia. El examen físico que le hice me sorprendió: los pequeños bultos en forma de judías habían desaparecido; sus ovarios no estaban tan inflamados; el sentimiento de vacío y de hinchazón en su estómago había desaparecido, y los tumores fibroides habían disminuido, dejando únicamente un hoyo de la talla de una aguja. Había un poco de sangre arriba, como si una aguja de talla 12 hubiera sido utilizada para aspirar el fluido, dejando solamente una pequeña cicatriz. Con el fin de verificar estos resultados, hicimos una prueba B-supersónica. Los resultados mostraron un útero, dos ovarios completamente normales y un estómago.
¡Era un milagro! En la medicina, estas situaciones son tratadas a través de intervenciones quirúrgicas. Pero esto se resolvió después de que el paciente hubiera practicado Falun Dafa durante tres días solamente. ¡Lloró de alegría, ”¡Gracias, Maestro!” Sintió el haber encontrado a Falun Dafa tan tarde en su vida. Dijo que consagraría su tiempo a que más gente conociera Falun Gong y la persecución.
Conté esta historia a otros miembros del personal médico de nuestro hospital. Se quedaron totalmente sorprendidos y dijeron que era un milagro. Algunos de mis colegas me pidieron con celo que les enseñara Falun Gong.
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