Cuando empecé a practicar en 1997, no lograba sentarme en la postura de loto (ambas piernas cruzadas). Llegaba solamente hasta “medio loto” (una pierna cruzada), y mi rodilla quedaba muy alta. Admiraba a los practicantes antiguos que hacían bien el loto. Mi hermano más joven practicaba también Falun Dafa. Cada vez que venía a verme, le pedía que se sentara encima de mi rodilla para que fuera perdiendo altura. Sin embargo, cuando él se sentaba en mi rodilla, mi cuerpo se iba hacia la izquierda.
Al cabo de un mes, seguía sin poder sentarme con ambas piernas cruzadas. En ese momento recibí un mensaje de mi madre que me pedía que me reuniera enseguida con ella. Mi padre había muerto y vivía sola en nuestro pueblo natal.
A mi llegada, mi madre se echó a llorar y me dijo: “La familia de tu tío ha usurpado la tierra que heredamos”. Yo habría luchado con los demás antes de practicar Falun Dafa, pero ahora sé que el karma existe en todos los asuntos de la sociedad. Además, recuerdo que nuestro Maestro dijo:
“No sólo no hay que competir ni pelear como ella, sino que tampoco debes odiarla en tu corazón; realmente no debes odiarla. ¿Acaso no te sientes perturbado cuando la odias? Actuando así, no tendrías Ren.” (Zhuan Falun)
Le convencí para que no se inquietara demasiado por eso y a que pensara que es solamente una pequeña porción de terreno. Le dije que no se metiera con mi tío porque de todas maneras no podíamos construir una casa en nuestro pueblo natal.
Tal como dijo el Maestro, cuando sobrevino esta prueba, era verdaderamente doloroso y era difícil manejarme como un practicante. Sin embargo, en cuanto usted se considera como un practicante y usted recuerda lo que el Maestro dijo, usted conseguirá pasar la prueba.
“Aquello que parece imposible de soportar, uno es capaz de soportarlo, y aquello que parece imposible de hacer, uno es capaz de hacerlo». En efecto, esto es precisamente así” (Zhuan Falun) (Traducción oficial)
Pasé la prueba.
Mientras meditaba la misma noche, de repente sentí que podía levantar mi pierna derecha en la posición de loto. Me senté con ambas piernas cruzadas durante más de media hora. Cuando me desperté al día siguiente por la mañana, me sentía como estuviera cubierto de una nube de luz blanca. Es difícil de describir hasta qué punto era agradable.
Desde entonces, puedo sentarme en la postura de loto.
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