Yue Yun, el mayor de los hijos de Yue Fei, era un joven general leal, valiente, amable y devoto como raramente vemos en la historia de China. Desde su más temprana edad tenía grandes aspiraciones. Quería ser como su padre, Yue Fei y servir a su país lealmente. Era inteligente, recto y brillante en sus tareas militares. A la edad de 23 años, Yue Yun y su padre fueron víctimas de un golpe preparado y asesinados por Qin Gui, un ministro traidor. Con su corazón puro y su espíritu recto, todavía recordamos a Yue Yun como un valiente patriota.
Yue Yun tenía siete años cuando su padre se fue para defender el país contra el ejército de Jin. Numerosos habitantes de la ciudad se reunieron para asistir a la partida de Yue Fei. Yue Yun también fue y dijo a su padre: «Oí en la escuela que la gente se había reunido para despedirte. ¿Dónde vas? ¿Qué vas a hacer?». Yue Fei respondió: «Pensaba que siendo tan joven estarías triste si te enteraras de mi partida. Ahora que estás aquí, voy a decírtelo. He sido convocado por el nuevo Emperador para destruir al ejército de Jin y proteger nuestro país. Debes mostrarle piedad filial a tu abuela, respetar a tu madre, ocuparte de tus hermanos y hermanas y estudiar duramente». Yue Yun respondió: «Sí padre, seguiré tus consejos. Por favor, no destruyas al ejército de Jin totalmente. Deja la mitad para mí». Yue Fei respondió: «¡Pamplinas! ¡Vuelve a casa ahora!». Yue Yun era todavía muy joven y no tomaba demasiado en serio esta separación. Se inclinó delante de su padre y volvió alegremente a casa.
Yue Yun recordó las palabras de su padre y mostraba piedad filial a las personas de más edad, se ocupaba de sus jóvenes hermanos y hermanas, estudiaba duramente y practicaba las artes marciales cada día. Era muy inteligente. Cuando cumplió doce años, varios profesores pidieron que se nombrara a un nuevo profesor porque había progresado más allá de de lo que podían enseñarle. Yue Yun seguía los mismos estudios universitarios que Yue Fei y aprendía cada estrategia militar en los libros. Ponía gran entusiasmo en la práctica de las artes marciales. Un día soñó que dos generales le enseñaban el "método del martillo doble” y entendió que ya sabía utilizarlos. Le pidió a alguien fabricar un par de martillos de plata que pesaban veintidós kilos. Le gustaba llevarlos y practicaba diligentemente.
Un día, alguien informó que cinco mil soldados estaban de camino para secuestrar a la familia de Yue Fei. Querían que Yue Fei se rindiera. Nadie sabía que hacer. Yue Yun le dijo a su abuela y a su madre: «¡No desesperen! Voy a vencerlos ahora». Su abuela dijo: «¿Qué sabes tú? ¿Cómo un chico tan joven puede jactarse de tal cosa?» Yue Yun respondió: «Si no puedo vencerlos, usted siempre podrá escapar». Llevó a sus familiares y a personas de los pueblos vecinos para el encuentro del enemigo. El general enemigo, Xue Li Hua Bao, estaba dispuesto a combatir a Yue Yun.
Pensaba que Yue Yun era demasiado joven y no esperaba que fuera diestro y rápido. Antes de que pudiera apuñalar a Yue Yun con su cuchillo, éste ya lo había hecho caer del caballo. El vice General Zhang Zhaonu, fue tomado por sorpresa y blandió su hacha para golpear a Yue Yun. Este utilizó uno de los martillos para apartar el hacha y el otro para golpear a Zhang Zhaonu en la espalda. Zhang Zhaonu no pudo evitar el golpe y murió. Viendo morir a su comandante jefe, los soldados huyeron. Yue Yun volvió vencedor al pueblo.
Yue Yun que había sido testigo de los homicidios brutales y de la devastación de su bella tierra natal por el ejército de Jin, estaba determinado a reunir un ejército para servir a su país. Cuando se enteró de que su padre había quedado atrapado en el Monte Niutou mientras protegía al Emperador Song Gaozong y de que el ejército estaba en un paso estrecho, escribió una carta a su abuela y se fue al Monte Niutou esa misma tarde. Atacó a Jin y mató a los soldados. Luego se precipitó con destino a la montaña. Viendo las siete banderolas de tregua suspendidas fuera del campo de su padre, Yue Yun se encolerizó. Arremolinando sus martillos de plata, hizo saltar las banderolas en pedazos. Yue Fei comprendió que la persona que había transgredido las reglas militares era su hijo al que no había visto desde hacía años y quedó sumergido en una gran desolación.
Siguiendo las reglas establecidas de la disciplina militar, Yue Fei debía ejecutar a Yue Yun por este hecho. Los generales trataron de disuadir a Yue Fei diciéndole: «Yue Yun es todavía joven y es la primera vez que comete un error. La razón para la cual colgamos las banderolas de tregua es porque nadie en el campo militar de Song puede vencer al hijo de Jin Wushu, Jin Chanzi. Sugerimos que Yue Yun venza al enemigo y se rehabilite». Yue Fei estuvo de acuerdo en dejar a su hijo hacer frente al enemigo. Los generales sugirieron secretamente a Yue Yun: «Si no puedes vencer al enemigo, trata al menos de huir del campo enemigo y vuelve a casa de tu abuela». Yue Yun no decepcionó a nadie y se mostró excepcionalmente valiente. Delante de ambos ejércitos, golpeó a Jin Chanzi a muerte con sus martillos de plata. La tropa de Yue ganó la batalla y Yue Yun consiguió un gran mérito por resolver la crisis del Monte Niutou.
Crecido en un medio militar, Yue Yun maduró gradualmente y se convirtió muy joven en el héroe de los militares en el campo de batalla. Yue Yun estaba siempre en primera línea y vencía en cada batalla. Sus hermanos de armas lo llamaban «el funcionario invencible». Cuando reprimieron a Sui Zhou y Deng Zhou, el joven Yue Yun, de dieciséis años de edad, peleó en primera línea. Era invencible por todas partes donde iba. Fue el primero en vencer a Cheng Yuan en Sui Zou. Luego, se dirigió en seguida hacia el norte y venció a Deng Zhou. Cuando Jin Wushu atacó a Xu Chang, Yue Fei ordenó a Yue Yun dirigir las tropas para batir al enemigo de frente. Durante la breve pelea con el ejército de Jin, Yue Yun se puso a la cabeza y venció al enemigo con un ataque sorpresa y capturó a setenta y ocho jefes del ejército de Jin. En esta batalla, Yue Yun destruyó la potencia de Jin Wushu y aumentó el espíritu del ejército de Yue. Jin Wushu quedó desmoralizado por su derrota y suspiró profundamente: «¡Es fácil asustar a la montaña, pero muy difícil asustar al ejército de Yue!». Muchas veces, Yue Fei envió a Yue Yun a llevar arroz a las víctimas que sufrían hambre y ayudar a la gente desolada. Yue Yun se mostraba fraternal con los soldados y daba importancia a todos. Fue muy popular tanto entre los oficiales como entre los plebeyos.
Yue Fei era extremadamente estricto con Yue Yun. Una vez, Yue Yun se cayó del caballo entrenándose en montar con una pesada armadura. Su padre casi lo decapitó. A pesar de la oposición de los generales, no recibió menos de cuarenta bastonazos militares. Yue Yun se destacaba en sus estudios militares y tenía gran número de deberes cumplidos en su haber. Sin embargo, cuando Yue Fei elogiaba los cumplimientos de los oficiales y de los soldados, jamás mencionaba los de Yue Yun. Además, Yue Fei negaba las promociones ofrecidas a Yue Yun por la Corte Imperial. Yue Yun estaba muy influido por el deseo de vida simple de su padre. A Yue Fei no le gustaba el comportamiento sin piedad de los políticos y fue conocido por su lealtad, honradez y su carácter recto. A una edad temprana, Yue Yun no sentía deseos de renombre y provecho y no se preocupaba de que su padre no elogiara sus éxitos militares. No le preocupaba nada de todo esto, porque sólo quería recuperar el territorio perdido y su tierra natal. Cuando los hombres de talento, inteligencia y coraje excepcional venían para medirse con él en las artes marciales, Yue Yun hacía amigos y creaba un pacto con ellos para servir juntos al país.
El ministro Qin Gui hizo acusaciones falsas contra Yue Fei utilizando los términos "mu xu you (acusaciones fabricadas). Sabía que el general de Yue Fei, Zang Xian, era muy valiente. Qin Gui falsificó la escritura y la firma de Yue Fei y escribió una carta a Yue Yun y Zhang Xian. Fueron engañados por la carta y encarcelados. Uno de los generales de Yue Fei, Zhang Bao, les visitó en prisión e imploró a Yue Fei: «Combatamos y encontremos una salida». Yue Fei respondió: «Desde tiempos remotos, los oficiales leales jamás tuvieron miedo a la muerte. ¡Veamos cuánto tiempo verá este traidor la luz del día!». Zhang Bao interrogó luego a los dos otros que respondieron: «Soy un oficial leal y un hombre devoto. Si Yue Fei no quiere combatir para salir de aquí, entonces ¿cómo podríamos irnos nosotros?». Qin Gui mató a Yue Fei, Yue Yun y Zhang Xian la tarde del nuevo año chino del año 1142 después de J.C. La gente derramó lágrimas cuando se enteraron de la noticia y odiaron a Qin Gui. Hicieron una pasta de harina en forma humana, lo miraron freírse en un wok y lo llamaron el "Gui frito". Más tarde, moldearon hierro galvanizado con la forma de Qin Gui y lo hicieron arrodillarse delante de la tumba de Yue Fei.
Centenares de años más tarde, la gente recuerda con afecto a los héroes Yue Fei, Yue Yun y a los generales leales y detesta a los oficiales traidores como Qin Gui. Hoy, Jiang Zemin y el Partido Comunista Chino prepararon un golpe contra Falun Gong y lo persiguieron. Cada vez más personas rectas lo saben, quieren poner fin a la persecución y no reparan en esfuerzos para salvar a las buenas personas inocentes que creen en «Verdad-Benevolencia-Tolerancia». Los que son rectos acabarán por triunfar y los malhechores serán despreciados para siempre y sus nombres quedarán inscritos en los anales de la vergüenza. La historia y la gente verán claramente que es bueno y que es malo y cual es la verdad.
Para Yue Yun fue escrito un poema de alabanza: «Un joven valiente va al combate, su gran anhelo y su fuerte espíritu derriten el hielo del otoño. Gana un gran honor sirviendo a su país y al pueblo. ¡Su nombre será alabado para siempre!»
Versión en chino disponible en: http://minghui.ca/mh/articles/2007/9/21/163018.html
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