Arte y Cultura

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  • Acuarela: "Afinidad"

  • Traducción de extractos escogidos de los proverbios de Yuan (El séptimo)

    Los errores llegan, pero jamás es demasiado tarde para repararlos Incluso los sabios cometen errores, sin hablar de la gente común que no es prudente. ¿Cómo podemos esperar que todo sea perfecto? Si alguien comete un error, nadie le censurará excepto sus padres o hermanos y nadie le advertirá excepto sus amigos próximos. En general, la gente los expresa por detrás criticando y burlándose.
  • Dibujo: Hadas celestiales alrededor de la rueda de la Ley

  • Pintura: Bambúes

  • Historias de la Historia: Lo que Lao Zi dejó

    Lao Zi venía de Chu y fue responsable durante un determinado tiempo de la Colección de Imprenta y Dibujo bajo la dinastía Zhou. Confucio había venido a visitarle. Después de haber tenido un debate con Lao Zi, Confucio le dijo a sus discípulos: “La ideología de Lao Zi es como un dragón, capaz de volar en el viento y en las nubes”.
  • Una persona con gran compasión no tiene enemigos

    Meng Ke [también conocido como Mencius], que vivió entre los años 372-289 A.C., nació en el Reino de Zou, el actual Distrito Zou. Fue un gran pensador antiguo y educador en China, entre cuyas memorables frases se encuentra, “Un caballero debe ser recto y tener dignidad”, “Gobierna con virtud” y “Una persona con gran amor no tiene ningún enemigo en el mundo”.
  • Competente y no obstante humilde

    Zhang Anshi (alrededor del 62 A.C.), también llamado Ziru, fue un ministro en la Dinastía Han occidental (202 A.C. a 8 D.C.). Estaba consagrado a su trabajo y siempre se condujo a sí mismo de forma cortés y honrada.
  • Historias de la antigua China: Perdonar los errores de los demás

    Bingji, primer ministro de la Dinastía Han, era conocido por su bondad. Un día que su cochero lo acompañaba en una salida, éste estaba tan borracho que vomitó en el carruaje. El jefe de gabinete de Bingi quiso despedir al cochero pero el primer ministro le dijo: "Nadie querrá contratarlo si se enteran que en su anterior puesto devolvió por estar borracho. Así que, olvidemos eso. Después de todo, no hizo más que ensuciar el asiento del coche".
  • El alimento justo para aliviar el hambre

    Liu Nanyuan era Ministro de Obras Públicas en la época Jiajing (1522-1566) en la dinastía Ming (1368-1644). Cuando se jubiló regresó a su ciudad natal, donde había un oficial provincial responsable de la región que se mostraba muy exigente sobre lo que comía. Los oficiales del Cantón estaban intimidados. Liu Nanhuan les dijo: "Fue antaño mi alumno. Voy a darle algún consejo".
  • Convencer a la gente con virtud

    Afinal de la Dinastía Han del Este, la tierra de China fue dividida en tres naciones: Wei, Shu, y Wu. El emperador de la nación Shu, Liu Bei, dejó instrucciones en su testamento antes de morir pidiendo al Primer Ministro Zhuge Liang invadir en Norte y revitalizar la nación Han.
  • Antiguas historias de cultivación: El monje Dao Shun

    La gente ignoraba de dónde venía Shi Dao Shun. Todo lo que sabían era que vivía en una choza de cañas que había construido en un lugar tranquilo y retirado. Dao Shun no tenía dinero y solo comía una vez al día. El resto del tiempo meditaba. Las serpientes y las ratas se ocultaban a menudo bajo su cama y vivían todos en paz. Un día un tigre fue a la choza y Dao Shun le habló del Dharma. Una vez alguien fue a visitarle y al ver al tigre dio media vuelta y se fue. Le dijo que volvería de nuevo cuando el tigre se hubiera ido. Dao Shun dijo al tigre: "Como mañana volverá la visita, deberías irte durante el día."
  • Las deidades no pueden ser burladas

    La siguiente historia sale de un libro de la dinastía Song (960 Ap JC.-1279 Ap JC.).Wang Tianqing era un maestro Taoísta de Jianchang (hoy condado de Nancheng), provincia de Jiangxi. Su discípulo, Zheng, al que la gente llamaba Taoísta Zheng, siguió a Wang Tianqing durante años y aprendió de él cómo invitar a la "deidad del trueno" para generar precipitaciones o para eliminar a los demonios. La deidad del trueno siempre respondía a su petición.
  • El bien será recompensado con el bien y el mal recibirá retribución

    En la Dinastía Ming, había un estudiante que vivía en la región mid-Chu. Tenía la capacidad sobrenatural de visitar el infierno y regresar. En el infierno descubrió que el dicho, "El bien será recompensado con el bien y el mal recibirá retribución," era cierto. Vio un libro en el infierno que documentaba todas las acciones buenas y malas que habían hecho todos en la tierra y vio que de conformidad con eso todos recibían sus recompensas o retribuciones. Se sintió mal por los que sufrían castigo, a los que podía ver estaban subiendo por su cuenta y riesgo montañas hechas de espadas y cuchillos. El quería salvarlos, aunque aquellas personas no aceptaban su ayuda y continuaban subiendo incluso más ansiosamente. No había ninguna forma de salvarlos.
  • Historia de un alto funcionario que corrompió el país y llevó a la gente por mal camino, cometiendo imperdonables pecados

    Al final de la era* de Jingkang del Emperador Song Qin Zong (1127 a.JC.), un alto funcionario murió prematuramente**. Diez años más tarde, sus hijos tuvieron un sueño. Soñaron que caminaban por la calle principal, pero no había ni un alma. Repentinamente, se oyó un gran estruendo de centenares de tambores que se acercaban. Pensaron que llegaba un inmenso ejército, por eso se ocultaron rápidamente en una casa vecina. Cuando miraron por la ventana, vieron a centenares de fantasmas que arrastraban una enorme olla chirriante. El gigantesco artefacto giraba constantemente. La cabeza de una persona sobresalía del borde y sangraba sin parar. Observaron atentamente y vieron que era su difunto padre. Se asustaron y sintieron una gran pena en su corazón. El potente ruido de los tambores continuó. Cuando el sonido estuvo muy cerca, apareció otra marmita. ¡Y también sobresalía de ella una cabeza y esta vez era su madre! No podían hacer nada más que llorar, luego se despertaron.
  • Creyendo en deidades y siendo respetuosos con los Fo (Budas) – Uno será bendecido y protegido

    En otro tiempo, había un monje que se cultivaba en un templo. Era muy diligente. En aquella época, el país estaba invadido por ladrones y ellos eran igual que salvajes. Una noche, una deidad le dijo al monje en un sueño, “vas a morir mañana. Hay un ladrón llamado Zhu Er, que monta un caballo blanco. Estás en deuda con él desde una vida previa. No serás capaz de evitarlo esta vez.” El monje suplicó a la deidad, “hice muchas cosas buenas durante esta vida, te pido que me salves.” La deidad dijo, “No, no puedo salvarte. Sólo tu puedes salvarte a ti mismo.”